La piratería en Android, ¿cómo combatirla?
Hace unos días comentamos por aquí que MadFinger decidió bajar el precio de Dead Trigger de 0,99 euros a cero
debido a la alta piratería que sufrían. Normalmente sus juegos cuestan
más dinero, 4,99 euros, pero en esta ocasión quisieron poner un precio
muy competitivo para evitar las tentaciones de la piratería.
Esta estrategia no funcionó. Podemos buscar las causas en los costes
ocultos de dicha aplicación, con compras dentro del juego, que tuvo
mala prensa (de hecho por aquí hicimos una crítica negativa), pero también es cierto que ha habido muy buenas críticas. Luego no creo que esa sea la causa principal.
La piratería se combate con buenos precios, ¿o no?
Yo siempre he creído que la mejor disuasión para combatir la piratería son los buenos precios.
Tirar por los suelos los precios hace que se venda más e incluso se
puede llegar a ganar más dinero que con precios altos, debido al
volumen. El coste del producto debe ser tal que el tiempo que se pierde
en lograr la copia pirata no merezca la pena.
Steam, la aplicación-tienda de videojuegos para PC, nos ofrece un
buen ejemplo de que bajar los precios hace que la gente compre. En
periodo de rebajas, como el que nos encontramos, los usuarios conectados
se multiplican por cuatro, lo que quiere decir que los precios bajos
atraen a los compradores.
En el caso de Dead Trigger, el precio de 0,99 euros es realmente muy
bajo. De hecho en Android sólo veremos precios más bajos cuando los
desarrolladores lo ponen a 0,99 céntimos de dólar y el resto de divisas
las dejan en conversión automática. El siguiente paso el regalar el
juego (que es lo que han hecho en MadFinger, ya que esperan sacar dinero
por las compras dentro de la aplicación). Es decir, 0,99 no es
suficientemente atractivo para los usuarios de Android.
Facilidad de compra
Para evitar la piratería es fundamental que la compra sea muy sencilla.
No puede ser más complicado comprar que piratear, ya que los usuarios
tendemos a buscar el camino más fácil. En este aspecto las aplicaciones
tienda son una gran ventaja.
En el caso concreto de Google Play, la compra es muy sencilla.
Simplemente navegamos a la aplicación que queremos descargar, le damos a
comprar, autorizamos y ya está. La diferencia con el proceso de
descarga de aplicación gratuita es mínimo.
Pero para que sea sencillo es imprescindible tener tarjeta de
crédito, claro. Y hay que tener en cuenta que la gente más joven no
suele tenerla y sí tiene un móvil con Android. Ante la imposibilidad de
comprar, lo que hace es piratear. Google debería trabajar más en este
aspecto, crear tarjetas prepago (al estilo de iTunes) y también llegar a más acuerdos con operadores para pago en factura mensual.
Facilidad para piratear
Evitar la piratería es imposible. Es decir, si alguien quiere
piratear, lo va a conseguir. Lo único que se puede hacer es poner trabas
para que la piratería sea tediosa y así inclinar a la
gente a pagar para evitarse las molestias. Esta estrategia, combinada
con precios bajos, sí que puede ser muy efectiva.
En Android la piratería es bastante sencilla. Basta con descargarse
el apk, ejecutarlo y ya está instalado. Se puede hacer directamente
desde el teléfono, sin necesidad de un ordenador, ni hacer patchs y ni
nada parecido a lo que era normal en un PC. Google no pensó en este tema
cuando diseñó el sistema Android y ahora está pagando por ello.
De vez en cuando se habla de mecanismos de protección contra copias,
pero sigue siendo bastante sencillo piratear en Android. Para atraer
desarrolladores y que la gente compre más Google debería trabajar en
este aspecto. La protección total es imposible pero algo de dificultad
se puede añadir.
Piratería como proceso neuronal
En el tema de la piratería hay también algo intrínseco en nuestro cerebro.
Si algo puede ser gratis, por muy complicado que sea obtenerlo y por
muy barato que sea el producto, lo quiero gratis. Y esto es más acusado
cuando el obtener el producto gratuito no deja a otros sin la
posibilidad de tener dicho producto (es decir, piratear un producto
digital no es lo mismo que robar un producto material, ya que el coste
de tener otro producto idéntico digital es cero).
Hay muchos estudios que indican que el precio cero es irresistible.
Si ponemos dos productos de muy diferente calidad, uno barato y malo y
otro algo más caro y bueno, la mayoría de la gente se inclina por el
caro. Sin embargo si ponemos el producto malo gratis, casi todo el mundo
tira por el gratuito. Es algo que tenemos metido en el cerebro como
especie y evitarlo requiere una dosis de pensamiento crítico,
anti-instinto, muy importante.
Pero tenemos que reflexionar sobre lo que hay
detrás de un producto: una empresa o un desarrollador independiente que
saca productos buenos, que posiblemente lance el próximo bombazo en
Android si su trabajo es remunerado adecuadamente. Y si no es así, a lo
mejor las ideas se quedan en el tintero o se van a otras plataformas
donde se suele pagar más.
Conclusiones
El problema de la piratería en Android es, seguramente, irresoluble a corto plazo. Pero se pueden hacer cosas por mejorar.
Poner los precios bajos es imprescindible, pero esto, como hemos visto
con MadFinger, no es suficiente. Hay otros aspectos a trabajar.
Google tiene que mejorar las formas de pago, introduciendo mejoras
que no se limiten a tarjetas de crédito para no excluir a nadie. También
tiene que mejorar sus sistemas antipiratería, para que siempre sea más
cómodo comprar que buscar el apk en algún recóndito foro.
Y por último, los usuarios avanzados de Android tenemos que evangelizar,
explicando que pagar un euro por una aplicación es menos que nuestro
gasto mensual en propinas, y si dejamos propinas en un bar cuando
realmente lo único que han hecho es hacer bien, su trabajo, ¿por qué no
hacerlo a un desarrollador de software para nuestro Android?